Por Pablo de Miguel Adrián
Presidente del Colegio Oficial de Enfermería de Navarra,
en Diario de Noticias.
Asimismo, manifestamos también públicamente nuestra
oposición como representantes de las enfermeras/os tanto en la comisión
parlamentaria que trató la cuestión, como en la reunión que celebró el Consejo
de Navarro de Salud el 9 de noviembre, donde mostró también la misma valoración
negativa el Colegio de Médicos.
Las razones de nuestra oposición son tan sencillas como
claras. Así, en primer lugar, atendiendo a nuestra misión de velar por la mejor
asistencia sanitaria posible a la población de Navarra, resulta que el borrador
discrimina a la población en ciudadanos de primera y de segunda: a los primeros
les garantiza que serán mejor atendidos mediante profesionales que estarán
presentes porque harán guardias de presencia física; pero otros deberán
conformarse con esperar a que aparezca quien les tiene que prestar la
asistencia sanitaria urgente que precisen, porque el profesional
correspondiente no estará allí, sino localizado, por lo que deberá acudir
al centro sanitario primero, y después al domicilio si es donde se le precisa.
Pues bien, este planteamiento es contrario al principio de
equidad, en virtud del cual todos los ciudadanos tenemos o dejamos de tener los
mismos derechos, por lo que una de dos, o todos somos atendidos con guardias de
presencia física, o todos lo somos con guardias de presencia localizada.
En segundo término, y desde el punto de vista de los
profesionales, se pretende movilizar involuntariamente a un elevado número de
compañeras/os y adscribirles a jornadas irregulares y cambiantes, sin
asignación de medios materiales, e incompatibles con la mínima conciliación
laboral y familiar.
Hay que añadir que en ninguna de las reuniones mantenidas
hemos reclamado mejoras o compensaciones económicas de ninguna clase, mientras
que sí hemos presentado alternativas que, sin incremento de coste, garantizaban
la calidad asistencial al ciudadano y mejoraban las condiciones de los
profesionales afectados.
Sin embargo, tanto el director gerente del Servicio Navarro
de Salud como la consejera del departamento se han negado a considerar nuestras
propuestas, alegando al respecto, no que fueran inadecuadas, ilegales o
inviables económicamente, sino simplemente que eran "muy difíciles",
lo que nos deja perplejos y nos lleva a cuestionarnos para quién.
A fecha de hoy no se vislumbra posibilidad alguna de que el
Gobierno de Navarra enderece el rumbo, por lo que desde este Colegio de
Enfermería buscaremos el apoyo de todas las instituciones afectadas (a las que
igualmente ofrecemos el nuestro) para corregir este sinsentido en el caso de
que finalmente no se pueda evitar.
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