Por Emmanuel Bergassé y Mikel Burgui, vecinos de Ujué/Uxue
El sistema de
alumbrado público de Ujué tiene más de 35 años y muchas de sus 170 farolas no portan vidrio exterior,
por lo que aumenta el deterioro y rotura de bombillas con el viento. Esta
combinación (modelos antiguos de bombillas y farolas sin vidrios) deriva
en un coste más alto de mantenimiento (intervención de un empresa externa) y del
gasto en electricidad.
Otros municipios de la zona, como Pitillas, han elegido bombillas de bajo consumo de sodio de baja presión (con luz de mejor calidad y con menos mantenimiento) que además gastan alrededor de tres veces menos que las antiguas lámparas de vapor de mercurio (luz blanca) que hay en Ujué. La sustitución de un sistema por otro se amortiza en aproximadamente tres años. Además, se puede regular la intensidad luminosa y programar apagones parciales por zonas. Otro ejemplo cercano. En el casco antiguo de Olite se ilumina con tecnología Led, que duran más, da más luz y ahorra más.
El foco anti-colisión aérea que hay en el torreón mayor de Ujué, la luz roja que podemos ver en los molinos eólicos y antenas repetidoras sitas en lugares elevados, tampoco funciona desde hace un par de años, sin que el Gobierno de Navarra (responsable) u otros se enteren y lo arreglen. Los cazabombarderos y helicópteros del cercano polígono de tiro de las Bardenas en días de maniobras pasan incluso de noche y a toda velocidad sin que esté en funcionamiento esta luz de advertencia.
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