Ebro a su paso por La Cartuja de Zaragoza (Aragón Digital) |
El número grabado en las
dos prótesis de cadera que llevaba Javier Gil ha sido determinante a la hora de
que los forenses y la policía judicial identificarán los restos del cuerpo de
exalcalde de Olite aparecidos en el río Ebro a su paso por Zaragoza.
El cuerpo recuperado el domingo en el tramo del río que
discurre entre La Cartuja y Pastiz fue avistado por un pescador en un estado
que dificultaba la identidad, por lo que la policía creyó inicialmente que la
labor de ponerle nombre sería complicada, según publica Heraldo de Aragón.
Sin embargo, el código de las prótesis fue determinante
para hallar el lugar donde fueron implantadas e identificar los huesos. Según
el periódico aragonés, los investigadores apuntan que la intensa crecida del
río Cidacos en enero pudo arrastrar aguas abajo el cuerpo de Gil hasta
depositarlo en Zaragoza.
Diario de Noticias, por su parte, cuenta que en un primer
momento los análisis forenses no pudieron fijar el sexo ni la edad de los
restos óseos. Tras estudiar la dentadura y las prótesis de cadera, se pudo comprobar
que pertenecían a Javier Gil, que llevaba desaparecido desde el 18 de enero.
Las pruebas de ADN corroboraron después la identidad.
Según estas informaciones, los investigadores trabajan en
las lesiones que pudieran tener los restos, “aunque todo hace indicar que no
había signos de violencia”. Estas labores podrían demorar el
traslado a la localidad del cuerpo del exalcalde socialista de Olite entre 1991
y 1993.
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