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Andamiaje montado para salvar la estructura |
La Diputación Foral de Navarra retomó con fuerza la
restauración del Palacio Real de Olite tras la guerra civil, hace ahora 80
años, y de urgencia acometió primero la consolidación de la Torre de los Cuatro
Vientos que amenazaba con desplomarse debido a su ruina, una tare ingente para
la que desmontó piedra a piedra la mole y en la base fraguó una nueva
cimentación de hormigón armado sobre la que recolocó milimétricamente los
sillares previamente numerados.
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Estado de ruina antes de la obra |
Una década
antes, la Diputación había adjudicado el proyecto de reconstrucción a los hermanos
José y Javier Yárnoz Larrosa, que después de la contienda separaron
radicalmente sus trayectorias (el
republicano Javier murió exiliado en Venezuela). En 1941, José María Yárnoz
Orcoyen, hijo de José y futuro director de monumentos de Príncipe de Viana,
publicó cómo se hizo la delicada recuperación de la torre y sus tres balcones
góticos.
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Restos del balcón gótico |
En la
revista de Príncipe de Viana escribió el trabajo “Palacio Real de Olite.
Restauración de la Torre de los Cuatro Vientos”, en el que cuenta el lamentable
estado de un muro exterior que se había desplomado ya casi un metro: “La torre
estaba totalmente partida en dos”, advierte el arquitecto que detalla que un
tramo “se mantenía perfectamente a plomo” mientras sujetaba con tirantes de
hierro al otro en ruinas.
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Vista del Palacio antes de 1940 |
El peligro
que podría acarrear al vecindario un derrumbe fue alertado frecuentemente en la
presa y hasta Yárnoz avisó del riesgo para evitar desgracias personales porque,
sobre todo en invierno, se veía en la zona “a las mujeres del pueblo trabajar y
tomar el sol a pie mismo de esta torre” en cuya arcada también solían acampar
temporeros.
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Aspecto actual |
Se adoptó,
por tanto, la decisión de retirar cuidadosamente la estructura, “previa
numeración de las piedras que era preciso volverlas a colocar por el mismo
orden y en su mismo lugar”. La operación se realizó con lentitud para evitar corrimientos
y, por ejemplo, se aseguró la torre dañada a su vecina de La Atalaya mediante
cables de acero.
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Añadir leyenda |
Una vez desmantelada,
los especialistas comprobaron que la cimentación de los Cuatro Vientos estaba
muy dañada y para solucionar el problema montaron “una fuerte placa de hormigón
armado” sobre la que volvieron a levantar los muros con los sillares marcados.
Después de
la Torre de los Cuatro Vientos, las tareas de restauración se redirigieron a
otro espacio importante del castillo, la Galería del Rey, “fragmento de puro
estilo gótico, el más bello e interesante del Palacio, que por su estado
precisa se efectúe en él una pronta y delicada labor de consolidación...”,
escribió Yárnoz Orcoyen.
Un trabajo maravilloso, el que estais haciendo en vuestras publicaciones, sobre la cultura e historia de OLITE-ERRIBERRI. ANIMO ETA ZORIONAK
ResponderEliminarGracias a ti por el comentario de ánimo.
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