martes, 17 de diciembre de 2019

LA PORTADA DE “NAGUSIA”, LEVANTADA POR EL PUEBLO

Leyenda con la fecha del año 1330
La fachada de la iglesia de Santa María (1330) no fue obra de ningún gran rey que vivía en Francia, sino que fue construida por el vecindario de Olite, por su concejo (ayuntamiento) y el clero local, como un tal capellán Nagusia (jefe o grande en euskera), que dejaron su firma en las inscripciones que se han recuperado tras un profundo trabajo de restauración que ahora se ha recogido en el libro “La portada de Santa María de Olite, de la vid a la piedra” (15 euros), obra coordinada por Carlos Martínez Álava, que es precisamente quien lanza la hipótesis en uno de los capítulos más novedosos de la obra que acaba de publicar el Gobierno de Navarra.
La obra fue impulsada desde el vecindario
            Martínez Álava, director del Servicio de Patrimonio Histórico en el momento de la recuperación de las pinturas e inscripciones que duró año y medio de la pasada legislatura, ilustra su trabajo con fotos tratadas digitalmente para resaltar la policromía original y, sobre todo, unas inscripciones que hasta ahora habían pasado muy desapercibidas.
            Los “letreros pintados”, según señala en el libro presentado en la pasada feria de Durango y ahora en Pamplona, aportan una información tan precisa como la fecha en la que se policromó esta obra cumbre del gótico navarro, que se ha comparado con la puerta norte de Notre Dame de París. En este sentido, en la peana en la que dos dragones alados sostienen la figura central de la Virgen se revela ahora el dato importante de la fecha “...DNI MCCCXXX NMTC”, que se lee como “Año del Señor de 1330”.
            En otro letrero restaurado, el más largo, hay una frase deteriorada que recorre la moldura inferior del tímpano, sobre el dintel, y que es la más novedosa por su contenido. “En el lado izquierdo, tras varias palabras perdidas, parece leerse lo siguiente: ...DE... (...) ..ra BAILESDOtV ... (...) NAGUSIA CAPEILA MAIOR DESTA Egl ...”.
            Nagusia, recuerda el especialista, fue un apellido presente en Olite en la Edad Media. Un García Nagusia figura afincado en la rúa Mayor en los registros del año 1264. “Veinte años después aparece citado tras el vicario de la localidad (máxima autoridad religiosa) y antes de los miembros del concejo ...”, advierte Martínez Alaba que, además, recuerda que en 1299 otro García Nagusia pertenecía al ayuntamiento para concluir que se trata de una saga familiar asentada en la localidad desde el s XIII. 
           El investigador tira del hilo para hallar al Nagusia de Portada y concreta que en un testamento de 1334 sale un García Nagusia como capellán mayor de la iglesia de Santa María. “Este debe ser el de nuestro letrero. Se le ha considerado uno de los eclesiásticos más importantes de Olite durante el segundo cuarto del siglo XIV...”.
            El director de la publicación, en la que también firman artículos Clara Fernández-Ladreda, Mercedes Unzu, Javier Corcín o Leopoldo Gil, prosigue con la investigación del significado y, luego, aborda el sentido de la palabra “BAILE”, que también es distinguible, aunque lamenta que falten otras anteriores. Los bailes eran una especie de jueces menores. Vigilaban asuntos de lindes, riegos o pastos. Su presencia se justifica en la portada porque eran los últimos en una sucesión de autoridades citadas en orden de importancia decreciente: Alcalde, jurados y bailes.
            En los fragmentos de palabras previas a BAILE, Martínez Aláva distingue un confuso “...ALDE” que asocia con Alcalde. E incluso adivina la palabra “URA”, de jurados. La leyenda completa citaría, por tanto, a tres estamentos importantes del poner civil, el alcalde, los jurados y los bailes. Su presencia, junto al capellán mayor Nagusia, certificaría una obra impulsada desde los habitantes del propio municipio.
Heráldica muy deteriorada
            “Esta interpretación iría asociada a la presencia de escudos de las principales familias, escudos lamentablemente también muy perdidos y sin identificar”. La idea refuerza, según el coordinador del libro, la teoría de una íntima relación entre Santa María y la población de la entonces villa, representada en el tímpano pintado de la iglesia por los delegados del concejo. “Por desgracia, por el lado derecho el letrero está todavía peor conservado...”. lo que impide dotar de un sentido completo a toda la frase.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en El Oltense. Tenemos en cuenta tus opiniones y próximamente publicaremos el comentario si se atiene a los parámetros editoriales. Síguenos y cuéntanos.