Las bodas de oro de la popular ceremonia que corona al Rey de la Faba se celebrará las próximas
navidades en Olite/Erriberri según ha decidido la peña pamplonesa Muthiko Alaiak, que ya trabaja junto al
Ayuntamiento en la organización del especial evento.
La peña se
encarga desde hace cincuenta años de itinerar por Navarra la tradición de la
monarquía navarra de designar un niño para que, por un día, se convirtiera en
rey tras descubrir entre otros infantes el haba que esconde un rosco y que el
año pasado tuvo lugar en Amaiur.
Los
primeros pasos para la celebración ya se han producido para contactar con
los chavales de entre 11 y 12 años que van a participar en el sorteo y a
colaborar en una bonita ceremonia que, en principio, se desarrollará en el
mejor escenario imaginable, en el Parador, la iglesia de Santa María y el
Palacio Real.
La fiesta
no es extraña a los olitenses. La primera vez que salió de Pamplona fue
precisamente para elevar al rey sobre el pavés en la ciudad del castillo. En
aquella ocasión, en 1964, fue coronado el niño José Luis Crespo. Al año
siguiente, la ceremonia se mantuvo en la localidad y el rey fue el también olitense
José Andrés Moreno. Después el Muthiko
Alaiak decidió rotar el rito por distintos municipios hasta que en 1980
regresó a Olite cuando Luis Miguel Vélez se sentó en el trono. La mayoría de
las ediciones se celebraron en la fecha del 6 de enero, aunque ha habido
también excepciones.
El pamplonés Ignacio Baleztena,
creador de la letra del “Uno de enero,
dos de febrero…”, promotor del Riau-Riau,
fundador del Muthiko Alaiak, y de
otras mil iniciativas populares, tuvo en los años veinte la ingeniosa idea de
recuperar esta antiquísima ceremonia. Fusionó en un solo acto la elección del
niño monarca y la coronación de los Reyes de Navarra; de tal manera que aquél chaval
que resultase agraciado sería sometido a una cuidada ceremonia al estilo de las
que vivieron los verdaderos monarcas.
Durante la Edad Media, en 1391, la
fiesta se celebró en Olite. Existe el dato de que el vestido cosido ese año
para el Rey de la Faba constaba “decote,
sobrecote, manto, barret, calzas, camisa, bragas, ceñidor, bolsa, ganibet y
zapatos”. En 1398 la casa real pagó 20 libras y 18 sueldos a Petit Gaillot, de
Olite, “por la ropa del chico Rey
de la Faba, según que habemos acostumbrado”.
En 1422, también en Olite, hay una
relación de personajes que asistieron al banquete de coronación, entre otros,
el abad de Irache, el embajador del Delfín de Francia, un “alferiz”, la
hija bastarda del rey e, incluso, tres pobres.
Históricamente, año tras año, la
fiesta que se celebraba por la Epifanía, fue unas veces en Tudela, otras en
Estella, Pamplona, y sobre todo en Olite, que era la residencia preferida de
los reyes durante el medievo.
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