Media docena de empleados,
los últimos que quedaban, podría perder su empleo en la planta que Hormigones
Pamplona (Horpasa) tiene intención de finiquitar definitivamente en Olite.
Cuadros medios, transportistas y comerciales son los últimos de una larga lista
de trabajadores que han sido despedidos en los últimos tiempos desde que la
fábrica de morteros entró en pérdidas.
La empresa con plantas en Pamplona, Ablitas y Olite inició
su particular crisis hace aproximadamente tres años, cuando presentó los
primeros expedientes de regulación de empleo. Tras sucesivos recortes de
plantilla, en marzo Horpasa declaró un concurso de acreedores voluntario al que
no ha podido hacer frente, según fuentes sindicales.
En sus mejores momentos, el conjunto de la compañía llegó a
tener aproximadamente 250 trabajadores, un 10% en la planta que en Olite ha
mantenido en las instalaciones de la antigua Cerámica Olitense.
El desplome de la constricción y la competencia han terminado
con treinta años de vida la marca comercial dedicada a la fabricación de
morteros y revoques en seco.
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