Eraso en la conferencia y, detrás, el campanario de S. Pedro |
“Las campanas era en la Edad Media como el twitter o el
washapp actual”, aseguró este viernes Eraso en la conferencia que dio en la
Casa de Cultura con motivo del final de las obras de rehabilitación de
la torre de San Pedro. El exprofesor de inglés y, además, campanero de la catedral de Pamplona
hizo una profusa exposición sobre el devenir de este instrumento, desde las
campanas tibetanas al Big Ben londinense, de la María de la catedral de
Pamplona, la mayor en activo, a los repicadotes de Artajona y, cómo no, la
colección de campanas que luce su localidad natal.
Eraso con una campana de mano |
Campanada, repique, bandeo y volteo eran las técnicas
habituales de llamada que, a partir de los años 60 del siglo pasado, la
“electrificación” del instrumento mató. “Qué pena”, se lamentó Eraso al
recordar que se ha perdido el volteo manual. “En Olite, las campanas hoy solo
convocan a misa ordinaria y dominical. Se echan de menos otras voces ...”.
Porque hubo una época, no tan lejana, en la que los
tañidos eran sutiles. Doblaban si había un incendio, tocaban a boda y
distinguían si, por ejemplo, moría un niño (sonaban a “mortichuelo”) o un
adulto. Eraso, que advirtió que tenía para más de una charla sobre el tema,
recordó la campana del Portalico del Reloj (Chapitel), que daba el toque de
queda, las de las iglesias de Santa María y San Pedro, las de los conventos de las Clarisas y los Franciscanos,
las de la Casa Consistorial y otra más que se guarda desmontada en la galería subterránea de la Plaza.
Campanas de Santa María retiradas para su reparación |
Cuando tañían a mano los campaneros repetían mentalmente
una letrilla. Primero la recitaban al derecho y luego al revés. Eraso ha
recogido que en Olite, los de la iglesia anexa al castillo repetían: “Santa
María la Real, con fe te pido que sea bueno y leal”. Y luego a la inversa: “Que
sea bueno y leal, con fe te pido Santa María la Real”.
Campanario de San Pedro |
En San Pedro, parroquia del ponente, había una mujer campanera que unía sus cuatro extremidades con las cuerdas de los badajos. Ataba otra más al cuerpo y colocada en una silla, se sentaba y levantaba con ritmo, para sonorizar su frase particular: “San Pedro, San Pedro, guarda a este pueblo hasta la puerta del cielo”. También decía esta otra: “Virgen de Ujué, mira este pueblo y guarda la fe”.
“Las campanas de Olite, afortunadamente, nunca se han
refundido”, explicó Eraso, a la vez que recordó algunas piezas señaladas, como
la de Santa María del siglo XVI que en latín gótico lleva la inscripción “Resuene
la voz del señor Jesucristo” o la Santiaguera de San Pedro en la que pone
“Santa María orate pro nobis” y está adornada con medallones de la Virgen de Ujué
y del patrón de la iglesia. El campanillo de las monjas Clarisas, de estilo
francés, y el de San Francisco, dedicado a San Pascual patrón de
los legos, completaron el interesante recorrido campanero que hizo Eraso.
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