“SINFONÍA VASCA”, ÚLTIMO HALLAZGO DE GARCÍA LEOZ

Andoni Elezcano, autor del estudio

El compositor Jesús García Leoz vuelve a dar buenas noticias cuando precisamente el pasado 10 de enero se ha cumplido el 110 aniversario de su nacimiento en Olite. El hallazgo del filme “Sinfonía Vasca”, estrenado poco antes de la guerra civil por el director alemán Adolf Trozt y desaparecido desde hacía 40 años, ha traído a la actualidad la importante labor del músico como creador de bandas sonoras para el cine documental.

            El investigador Andoni Elezcano ha localizado recientemente la última copia que quedaba de la obra en la Filmoteca Española. La película, de 16 minutos de duración, se estrenó el 30 de mayo de 1936 en el cine Trueba de Bilbao. La música del de Olite tiene un papel destacado y, aunque las partituras estaban localizadas en el Archivo Eresbil de Rentería, el conjunto sonoro-musical tal como lo idearon García Leoz , (Olite, 1904-Madrid, 1953), y Trozt no se había proyectado públicamente desde el siglo pasado.

Jesús García Leoz

            Andoni Elezcano, licenciado en Historia por la Universidad del País Vasco, contaba en diciembre en el Diario Vasco cómo el trabajo de su tesis doctoral sobre la imagen de Bilbao a través del cine documental conllevó la sorpresiva satisfacción de hallar una película que se daba por perdida.

            En la Filmoteca de Madrid localizó un filme que estaba sin identificar y del que tampoco se sabía quién era el director. El bilbaíno sospechó que se trataba de “Sinfonía Vasca”, de la que no se tenía noticia desde hacía décadas. Fue rodada en el año 36 por Adolf Trotz, que había huido de su país donde era un realizador acreditado. Su carrera se truncó cuando en 1933 se enemistó con el ministro nazi de propaganda Goebbels. Al parecer, el documental vasco fue lo último que rodó.

El músico de joven

   La productora del trabajo era madrileña, con capital vasco puesto por Tomás de Zubiría, hijo del conde de Zubiría, de Neguri. En cuanto a su desaparición durante cuatro décadas, se sabe que la última y única copia que se conocía estaba en manos de la empresa Altos Hornos de Vizcaya, que la regaló para que se depositara en la Filmoteca Vasca, a donde nunca llegó.

            La copia que ha localizado Elezcano es otra. Tuvo que esperar hasta hace un año para que la digitalizaran sin daño. Entonces certificó que realmente se trataba de “Sinfonía Vasca” con música de García Leoz. En la Filmoteca Española estaba desde los años 80 y pasó al catálogo en el año 92.  Durante el franquismo PAX Films se hizo con esa copia que compró la Filmoteca.

García Leoz con la actriz Carmen Sevilla

            La película ofrece una imagen bucólica de los vascos. De forma poética muestra, agrupados por temas, diferentes aspectos de la vida y paisajes. No hay comentarios. La música del compositor de Olite cobra  mayor relieve  porque guía al espectador por cada una de las partes.

            La banda sonora acompaña imágenes de ritos y creencias, del Árbol de Gernika -son las últimas imágenes que se tienen de la localidad antes de la guerra-, del santuario de Loiola, de baserritarras y arrantzales, grandes industrias como Altos Hornos de Vizcaya, el Puente Colgante, deportes, dantzas y paisajes. Predomina lo rural y tradicional, frente al mundo urbano. En el film no hay cometarios y presenta a los vascos como un pueblo trabajador, respetuoso con las creencias y tradiciones de sus antepasados. También hay alguna referencia al euskera.

            Su visión aséptica, favoreció que la película fuera utilizada en la guerra por la propaganda de ambos bandos, el republicano y el franquista. El PNV compró en Francia los derechos de exhibición en 1951 para recaudar fondos para los exiliados. Los nacionalistas respetaron el título del documental y, únicamente, mantuvieron el nombre del olitense Jesús García Leoz, como creador de la música. Suprimieron todo lo demás, siendo los únicos rótulos que han llegado hasta nuestros días.

      Tras emigrar desde Olite a Argentina, García Leoz regresó a Madrid en los años treinta, donde fraguó amistad con poetas de la talla de Rafael Alberti, Gerardo Diego o Federico García Lorca. En la época en la que se filmó “Sinfonía Vasca” el músico comprometió su apoyo al régimen republicano a través de distintas organizaciones de intelectuales antifascistas, motivo que, tras la contienda, le llevó a la cárcel.

            Sin embargo, pudo reconducir su vida.  En la posguerra llegó a crear bandas para una media de doce películas al año, que dirigieron  directores como Berlanga en la famosísima Bienvenido Mister Marshall, su obra más popular. Cuando el bolsillo anduvo más resuelto, García Leoz aún tuvo tiempo para adentrarse en el teatro lírico, el ballet o la música sinfónica. Dejó inconclusa una ópera. Murió en Madrid en febrero de 1953, con 49 años, de un derrame cerebral. La escuela de música de Olite lleva su nombre desde hace 25 años.