La responsable de Cultura del Gobierno de Navarra, Ana
Herrera, y el director general del área, Fernando Pérez Gómez, realizaron este
viernes una visita a las obras de rehabilitación de la portada de la iglesia de
Santa María de Olite/Erriberri, acto en el que, entre otras autoridades, estuvieron
acompañados por el Alcalde, Andoni Lacarra, y la concejal de Cultura, Maite
Garbayo.
Al encuentro también asistió el párroco de
la localidad, Javier Ignacio Sola, y Alfonso Barandiarán Olleros y Rodrigo Oraá
Gil, en representación de la Fundación Gondra-Barandiarán que colabora en la
restauración, junto al Gobierno, en unas obras que terminarán en 2016 y
supondrán una inversión de 486.915 euros.
El arquitecto de Príncipe de Viana Leopoldo
Gil y la restauradora Alicia Ancho han subido a los visitantes al enorme andamio
que cubre la portada y han explicado los detalles de la recuperación de una
obra que, joya del gótico navarro del siglo XIII, se ha llegado a comparar con
la portada norte de Notre Dame de París.
Para atajar
su deterioro, el Servicio de Patrimonio Histórico del Gobierno de Navarra ha
iniciado las obras de rehabilitación de la escultura de la portada, que
presenta un alto grado de deterioro en las áreas desprotegidas, por lo que la
intervención se destina a estabilizar al máximo los elementos que presentan una
mayor destrucción, con la mínima intervención posible y con especial cuidado en
los tratamientos que pudieran modificar las propiedades del soporte. También se
quiere realizar una previsión de daños externos y un plan de mantenimiento. Las
obras fueron adjudicadas a Sagarte S.L., de Dicastillo, con un plazo de
ejecución de 11 meses y medio.
Esta intervención coincide, además,
con la ejecución del proyecto de restauración de la fachada, iniciada el
pasado agosto, que tiene por objeto la reconstrucción y ampliación de los
elementos arquitectónicos que en su día fueron diseñados para proteger la
portada del agua de lluvia: la albardilla de coronación de la fachada, el
guardapolvo del ventanal y la imposta-bateaguas que remata la portada y el
apostolado. Esta obra, financiada por el Gobierno de Navarra, ha sido
adjudicada a Construcciones Leache, S.L., por importe de 167.952.59 euros.
Además, este sábado y en la Casa de
Cultura (12 horas), los autores del proyecto –Leopoldo Gil Cornet, arquitecto,
y Alicia Ancho Villanueva, restauradora, técnicos ambos de la Dirección General
de Cultura- presentan a los vecinos de Olite el proyecto de intervención.
La portada gótica fue construida
hacia 1300. Dispone un gran arco apuntado abocinado, decorado con una profusa
decoración vegetal en la que se introducen las figuras de un rey -con las manos
unidas en actitud orante- y una reina -con la mano izquierda sobre el pecho y
la derecha sujetando la presilla que abrocha su capa-. Se cree que representan
a Juana I de Navarra (1274-1305) y a su marido el rey de Francia, Felipe el
Hermoso, monarcas que reinaban en Navarra en el tiempo de construcción de la
portada. Es paradójica esa falta de simetría en la disposición de ambas
figuras, que debieran encontrarse enfrentadas, lo que permite deducir que
debieron introducirse una vez concluida la portada.
En la parte baja de las arquivoltas
se representan diversas figuras cubiertas con doseles de manera alterna, en las
que se pueden identificar algunos temas: en el lado izquierdo se advierte la
Epifanía, y en el derecho la Adoración de los pastores. Comenzando de izquierda
a derecha, un ángel músico, una figura sedente, Herodes y los tres Reyes Magos
bajo doseles. Las cinco figuras del lado derecho están decapitadas y carecen de
brazos, lo que impide su identificación exacta, pero por su indumentaria es
probable que se tratase de pastores. Preside la portada un tímpano dividido en
dos zonas y centrado por una Virgen sedente con el Niño bajo dosel. A sus lados
se distribuyen relieves con escenas alusivas a la vida de la Virgen.
Parece que la fachada debió
construirse en dos momentos. La portada sería anterior, de la década de 1260, y
el apostolado, más tardío, de la década de 1330. Da la impresión de que las
arquivoltas sufrieron en esta fecha un rearme -coincidiendo con la realización
del apostolado- no solo por la inserción de la pareja de monarcas, sino porque
la vegetación de las cinco arquivoltas exteriores es muy distinta de la de las
dos interiores.
El dintel, decorado profusamente con
temas vegetales, animales, seres fantásticos, hombres cazando y dos
saltimbanquis, apoya en dos ménsulas con palmas que llevan en su intradós
sendas figuras. Finalmente en las jambas se desarrolla una profusa y complicada
decoración con iconografía variada del Antiguo y Nuevo Testamento, escenas de
la vida cotidiana y motivos decorativos.
Cabe destacar, asimismo, que la
portada conserva gran parte de la rica policromía original, hoy parcialmente
oculta por revestimientos posteriores. Los restos de color que conserva son muy
valiosos, y aportan datos para el estudio de la pintura sobre piedra a lo largo
de los siglos, desde el siglo XIII hasta las últimas monocromías del XIX.
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