El ministro de Información y Turismo de la dictadura
franquista Manuel Fraga Iribarren se acercó el lunes 17 de octubre de 1966
hasta Olite/Erriberri para inaugurar el que iba a ser el flamante y nuevo
Parador “Príncipe de Viana” que, por tanto, cumple este año recién comenzado el
50 aniversario de su apertura.
Fraga aprovechó la ceremonia para
desear que el hotel, único de la red de establecimientos públicos en el
territorio, contribuyera “a canalizar hacia Navarra parte de la gran corriente
turística” y avanzó en su discurso que, incluso, había ya “un proyecto de
realizar una gran película en este castillo”, similar a “El Cid” que se había
rodado en Peñíscola.
Por su parte, el vicepresidente de la Diputación, el empresario y constructor Félix Huarte, replicó a Fraga con un resumen de la historia del edificio enlazada con la de la monarquía navarra y agradeció su presencia, lo mismo que hizo el alcalde de la ciudad.
Las crónicas cuentas que, a continuación, las autoridades abrieron el comedor del nuevo establecimiento. A los postres, los joteros de Olite y las hermanas Flamarique de Tafalla interpretaron varias piezas delante de un Fraga que quedó más que satisfecho. Después, partió hacia el monasterio de la Oliva, que también había rescatado la Diputación Foral.
Por su parte, el vicepresidente de la Diputación, el empresario y constructor Félix Huarte, replicó a Fraga con un resumen de la historia del edificio enlazada con la de la monarquía navarra y agradeció su presencia, lo mismo que hizo el alcalde de la ciudad.
Las crónicas cuentas que, a continuación, las autoridades abrieron el comedor del nuevo establecimiento. A los postres, los joteros de Olite y las hermanas Flamarique de Tafalla interpretaron varias piezas delante de un Fraga que quedó más que satisfecho. Después, partió hacia el monasterio de la Oliva, que también había rescatado la Diputación Foral.
La idea del Parador del Olite se
gestaba desde de julio de 1964, cuando Fraga llegó por primera vez a Navarra.
El todopoderoso ministro tuvo entonces un recibimiento “apoteósico” y hasta el
Orfeón Olitense le cantó un Agur Jaunak que agradeció “visiblemente
complacido”, según recogen los periódicos.
La primera autoridad que estrechó su mano fue el secretario de la Institución Príncipe de Viana, José Esteban Uranga, que le informó de la restauración del Palacio Viejo de los reyes navarros. Fraga se detuvo “a orar ante el Cristo de la Buena Muerte” de la iglesia de Santa María, cercana a un lugar donde las obras de construcción del Parador iban a costar “casi siete millones de pesetas”. Salvador Tomás Larrauri, de Baracaldo, fue el constructor adjudicatario.
La primera autoridad que estrechó su mano fue el secretario de la Institución Príncipe de Viana, José Esteban Uranga, que le informó de la restauración del Palacio Viejo de los reyes navarros. Fraga se detuvo “a orar ante el Cristo de la Buena Muerte” de la iglesia de Santa María, cercana a un lugar donde las obras de construcción del Parador iban a costar “casi siete millones de pesetas”. Salvador Tomás Larrauri, de Baracaldo, fue el constructor adjudicatario.
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