El arquitecto Lepoldo Gil expuso la idea |
El arquitecto de Príncipe de Viana Leopoldo Gil presentó el
viernes en Olite el proyecto para proteger con una marquesina de chapa la
restaurada portada de la iglesia de Santa María y recuperar el cierre del
claustro con un entramado, una idea que no convence en el equipo de gobierno
del Ayuntamiento porque utiliza elementos como chapas, perfiles o galvanizados,
que al resto de los vecinos no autoriza la normativa municipal, lo que crea un
agravio.
El técnico
del Servicio de Patrimonio compareció en la Casa de Cultura, a petición del
consistorio, para explicar el alcance del proyecto ante aproximadamente un centenar
de personas que acudió a la conferencia que trascurrió en un tono informal.
El funcionario
del departamento de Cultura señaló que la portada llevará una marquesina o
tejadillo chapado sostenido por cuatro columnas metálicas que, además,
incorporarán la iluminación. El arquitecto calificó el proyecto de “neutro”y
“sencillo” y reconoció que estaba diseñado para “pasar desapercibido”. En cuanto al claustro, la idea prevé rodearlo
con una especie de entramado laminado, “una caja amable”, con una puerta corredera
que dejará entrever la portada gótica.
En el turno
de intervenciones, desde los asientos del público, tomaron la palabra el
Alcalde, Andoni Lacarra; y el concejal de Urbanismo, Gerardo Etxeberria, para
reprochar al técnico que algunos materiales contraviene la norma olitense que
se aplica a raja tabla a los vecinos en sus obras. Etxeberria, sobre todo, echó
en cara que no se ha contado con la opinión del consistorio. La concejal de
Cultura, Maite Garbayo, también intervino para destacar que el proyecto
prescinde ahora del sobreclaustro inicial y que tampoco se abordan las
proyecciones de mapping sobre la fachada que se plantearon para hacer didáctica la obra de restauración.
proyecciones de mapping sobre la fachada que se plantearon para hacer didáctica la obra de restauración.
Otros
vecinos tomaron la palabra para destacar que la idea era poco arriesgada, al
menos, en lo artístico o para insistir en que la actuación de la Administración
debe ser ejemplarizante a la hora de, por ejemplo, emplear unos materiales que
luego desaconseja a los vecinos o la utilización de soluciones técnicas más
contemporáneas, menos parecidas a las del grabado de Villaamil del siglo XIX.
También hubo quien, desde el público,
defendió el proyecto, sobre todo colaboradores y alumnos del, además, profesor
de arquitectura de la Universidad de Navarra.
Quizas no sea lo mas acorde esteticamente hablando, pero no cabe duda que hoy día en la situación que estamos hay dos opciones o proteger la fachada y el claustro o perderlo para siempre. Yo me inclino por la primera y colocaría la proteción propuesta. Ejemplos de ello bien hecho por Principe de Viana tenemos en Santa María de Sangüesa, Portada de San José de la catedral de Pamplona o San Miguel de Estella en los que se ha dado una solución para frenar su deterioro y que además es reversible. En esa misma linea actuó de manera mas humilde el Ayuntamiento de Auritz/Burguete en 2011, protegiendo la fachada de su iglesia con una estructura metálica que soporta metacrilato que entiendo que esteticamente no es lo mas correcto pero que cumple su función de salvaguardar un patrimonio y que cuando se decida dar la solución definitiva no la condiciona para nada dado el caracter de reversibilidad que tiene. El error es dejar el monumento sin protección.
ResponderEliminarUn saludo y animo