En las duras, como ahora, y en las maduras, cuando hace tiempo
fueron bien dadas. El Erri Berri CD y el CA Osasuna han revalidado
recientemente por tres temporadas el convenio que mantienen desde el año 2000,
una renovación que llega en un momento especialmente complicado para los
pamploneses, cuestionados a causa de su gran deuda económica y
deportivamente por sus discretos resultados tras bajar esta temporada a
Segunda.
El guiño
del Erri Berri llega, además, en un contexto enrarecido en las relaciones de los
osasunistas con resto de clubes navarros, tras el embargo de la taquilla del
Sadar para saldar deudas pendientes con la Peña Sport de Tafalla y movimientos
parecidos anunciados, entre otros, por el Tudelano y el Izarra de Estella.
En una nota
colgada en su web, el Erri Berri aclara que, con la firma, no está “perdonando”
las cargas que con los olitenses aún mantiene Osasuna, si no que la junta ha
decidido suscribir un nuevo convenio con contraprestaciones “que ayudarán a
recuperar gran parte de la deuda”, como la celebración de dos partidos
amistosos en Olite, entradas para el Sadar o la cesión de campos en Tajonar.
Con este gesto, el Erri Berri quieren apoyar a la directiva de Osasuna “en la
difícil batalla que les toca afrontar y de la que esperamos y deseamos que
salgan victoriosos”.
En la foto, Carlos Nuin y Carlos
Tellería, de la junta del Erri Berri, renuevan el convenio, en las oficinas de
Osasuna, con el preside rojillo Javier Zabaleta y Ángel Larrea, también de la
gestora del club de la capital navarra.
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