El Olitense
(1913-1924)
Boletín parroquial quincenal fundado por el sacerdote
carlista Victoriano
Flamarique Biurrun (Beire, 1872-Tarazona 1946) en Olite/Erriberri el 20 de
abril de 1913 y que, según guarda la biblioteca del tafallés José Mª Azcona, se
publicó durante casi once años, al menos hasta marzo de 1924.
Fue el
órgano difusor de las importantes
obras sociales que “el cura de Olite” hizo, lo que le valió el
enfrentamiento con la burguesía conservadora y liberal. Diario de
Navarra llegó a presentarlo como propagador de ideas filo socialistas, cuando
realmente practicó un cooperativismo agrario católico que alivió, eso sí, a las
clases humildes de la presión económica que ejercían usureros prestamistas.
La
administración del periódico estaba en el edificio social del Círculo Católico, que acogió a los promotores de una de las primeras cajas rurales con
la que se financiaban los campesinos que crearon en 1911 la primera
cooperativa de venta de vino de Navarra, una fabrica harinera que
proporcionaba pan a precio asequible y otra cooperativa más que gestionaba energía eléctrica junto a las localidades
vecinas de Ujué/Uxue y San Martín de Unx.
Cada número de El Olitense constaba
de cuatro hojas. En la primera anunciaba las fiestas de la parroquia, daba
reseñas religiosas, ofrecía artículos instructivos y hacía referencia a las cofradías
y asociaciones de la localidad.
En la foto, Flamarique con sotana |
Flamarique fue un hombre inquieto y
muy trabajador. Con Antonio Yoldi aparece en los libros de historia como el gran
propagador del cooperativismo agrario en Navarra, marcado desde la
confesionalidad por una intensa preocupación por la justicia social. En 1903
llegó de párroco a la iglesia de Santa María y dos años
después dio vida al embrión del movimiento cooperativo que revolucionó el
pueblo, la primera caja rural “raiffeisen”.
Desde 1907,
Flamarique fue continuo objeto de ataques de influyentes empresarios que veían mal sus actividades económicas con las que el llegó a competir en
mejores precios. Una operación desafortunada en una fallida venta
de vinos a Cuba fue el pretexto que la derecha aprovechó para descabezarle.
El cura cooperativista tuvo que marcharse a la localidad aragonesa de Tarazona
como canónigo de la catedral, donde murió sin mantener ya prácticamente
relación con los olitenses.
Representante en la Sociedad de Estudios Vascos |
Flamarique y sus compañeros sería los
navarros encargados de participar en las conferencias que preparaba el comité
ejecutivo de este primer congreso auspiciado por las diputaciones y lo más
granado de los pensadores vascos. El promotor de la obra social olitense estaba
encargado de desarrollar una lección sobre las “Cajas de crédito popular”.
En la
Semana Agropecuaria Alavesa de 1923, que auspició la misma Eusko Ikaskutza, Victoriano
Flamarique intervino para exponer su experiencia de constitución de la primera
bodega cooperativa olitense, que precisamente en la fachada de su edificio
todavía luce un mosaico con el lema “Unos por otros Dios por todos” y que tiene
una factura muy similar en tipografía
y colores a los rótulos que desde hace un siglo anuncian el nombre de la
localidad, Olite/Erriberri, detalle bilingüe muy escaso en los municipios
vecinos del Ager Vasconum.
Aupa Erri Berri
(1945)
La Federación Navarra de Fútbol forzó en septiembre de 1928 el cambio de
denominación del Acero FC, nombre del equipo hasta entonces, a Erri-Berri, que
había sido una formación menor del pueblo que había creado Goñi con amigos que
luego se incorporaron al club mayor.
Jesús Goñi, promotor del Erri Berri |
Erri-Berri, sin embargo, no fue el único nombre en euskera que paseó el fútbol
olitense. En la misma revista, debajo de la explicación anterior, el
corresponsal deportivo de El Pensamiento Navarro, Germán Llorente, hace
un resumen de la historia del balompié local y aventura que el primer
equipo se creó con el nombre de Euskeria la temporada 1920-21. Luego pasó a ser
Acero FC y, después, Erri-Berri. Durante la II República, sobre el año 1934, el
Erri-Berri se fusionó con la Peña Sport de Tafalla y a la nueva formación la
llamaron Elkartasuna. Después de la guerra civil, cada localidad volvió a
contar con su propio equipo.
Jesús Goñi, además de alma mater del equipo de fútbol, fue un discreto
militante jeltzale que, ya en la transición, aprovechó una visita a
Olite/Erriberri del entonces presidente del PNV Xabier Arzalluz para mostrarle
en la Plaza orgulloso uno de los primeros carnés del partido sellado en la
eusko etxea olitense. Gran euskaltzale, en una de la primeras korrikas
organizadas por Aek, ya bastante mayor, portó el testigo que unió
Olite/Erriberri y Tafalla
(Años 50)
Muchos, como Urbieta, procedían de Gipuzkoa y se
comunicaban en euskera, así que vieron lo más normal del mundo publicar una
revista en lengua vasca que durante el franquismo salió en Olite bajo el nombre
de "Gure Izarra" (Nuestra Estrella), en honor a la cercana virgen de
Ujué/Uxue a la que dedicaron la portada.
La revista vio la luz, al menos, durante tres años. Se
repartió internamente, entre los estudiantes, con una periodicidad trimestral.
Los aspirantes a frailes tenían clases de idiomas, de alemán, de español,
griego o latín, así que aceptaron con naturalidad que el padre Benito Mendia
puliera el vascuence que utilizaban, eso sí dentro de los muros del convento
porque fuera era una actividad perseguida.
El exGuardián franciscano Carlos Urbieta |
Carlos Urbieta recordaba que, durante la
cena, los estudiantes leían los "discursos de predicación" del día
siguiente. Cada interno lo hacía como quería, en euskera o en castellano. "Gure Izarra" ilustraba en sus
páginas la vida el convento, de su amplia comunidad religiosa, de la iglesia en
la que se guardaba la patrona del Olite, la virgen del Cólera que gracias a la
predicación franciscana salvó al pueblo de la peste en el siglo XIX, tal y como
escribió sobre ella fray Lucas Arizeta, que también indagó el origen del
topónimo vasco de la localidad.
En la revista hubo hueco para cuentos y poesías, que entonces firmaron frailes que después dejaron su nombre en el libro de oro de la literatura vasca. Por ejemplo, el padre Félix Bilbao, autor de narraciones breves como "Ipuin Barreka", o Bittoriano Gandiaga, que ganó varios concursos de poesía y prosa.
El nombre de "Gure Izarra" se adoptó de forma
democrática, por votación entre los estudiantes. "En Olite sentíamos cerca
la presencia de la virgen de Uxue", contó Urbieta, que también relató cómo
otra imagen importante para los franciscanos, la de Arantzazu de cuyo santuario
depende Olite, también salió en la portada.
En la revista hubo hueco para cuentos y poesías, que entonces firmaron frailes que después dejaron su nombre en el libro de oro de la literatura vasca. Por ejemplo, el padre Félix Bilbao, autor de narraciones breves como "Ipuin Barreka", o Bittoriano Gandiaga, que ganó varios concursos de poesía y prosa.
Escuelas de los franciscanos |
Por el convento transitaron, en sus
años mozos, casi todos los franciscanos de la entonces se llamaba
"Provincia de Cantabria". Y, en lo literario en euskera, habría que
destacar a, por ejemplo, Salvatore Mitxelena (1919-1965), que estuvo en Olite
en los años treinta del siglo XX, donde compuso poemas como "Aberriak
min" (Me duele la Patria) que escrito a máquina y con traducción al
castellano repartía entre los compañeros de cenobio. "Una valiente
afirmación de la adhesión a la lengua propia en tiempos difíciles", llegó
a escribir de él el también franciscano Luis Villasante, "Aita
Villasante", padre del “batua” o euskara normalizado que, cómo no, también
trabajó junto a sus hermanos en la hermosa huerta ubicada junto al castillo
olitense.
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