sábado, 16 de noviembre de 2013

PEDRO Mª ERASO PONE VOZ A LAS CAMPANAS DE OLITE

Eraso en la conferencia y, detrás, el campanario de S. Pedro
El olitense Pedro Mª Eraso Doiz se ha revelado un entusiasta defensor de las campanas y su sonido celestial. Ha estudiado la historia, evolución, inscripciones o tañidos, así como una profusa lista de característica de un instrumento entrañable que ha copado las torres de las iglesias de los pueblos. Pero Mª Eraso también, por su puesto, se ha convertido en la voz de las campanas de Olite, que ha analizado con detalle.


            “Las campanas era en la Edad Media como el twitter o el washapp actual”, aseguró este viernes Eraso en la conferencia que dio en la Casa de Cultura con motivo del final de las obras de rehabilitación de la torre de San Pedro. El exprofesor de inglés y, además, campanero de la catedral de Pamplona hizo una profusa exposición sobre el devenir de este instrumento, desde las campanas tibetanas al Big Ben londinense, de la María de la catedral de Pamplona, la mayor en activo, a los repicadotes de Artajona y, cómo no, la colección de campanas que luce su localidad natal.

Eraso con una campana de mano
   Campanada, repique, bandeo y volteo eran las técnicas habituales de llamada que, a partir de los años 60 del siglo pasado, la “electrificación” del instrumento mató. “Qué pena”, se lamentó Eraso al recordar que se ha perdido el volteo manual. “En Olite, las campanas hoy solo convocan a misa ordinaria y dominical. Se echan de menos otras voces ...”.

            Porque hubo una época, no tan lejana, en la que los tañidos eran sutiles. Doblaban si había un incendio, tocaban a boda y distinguían si, por ejemplo, moría un niño (sonaban a “mortichuelo”) o un adulto. Eraso, que advirtió que tenía para más de una charla sobre el tema, recordó la campana del Portalico del Reloj (Chapitel), que daba el toque de queda, las de las iglesias de Santa María y San Pedro, las de los conventos de las Clarisas y los Franciscanos, las de la Casa Consistorial y otra más que se guarda desmontada en la galería subterránea de la Plaza.


Campanas de Santa María retiradas para su reparación
      “Son campanas documento”, dijo Pedro Mª Eraso, con inscripciones, cruces, fecha o advocaciones grabadas en el bronce. Nombres de párrocos, vecinos ilustres, efemérides señaladas para Olite. Todo está registrado en el metal.

    Cuando tañían a mano los campaneros repetían mentalmente una letrilla. Primero la recitaban al derecho y luego al revés. Eraso ha recogido que en Olite, los de la iglesia anexa al castillo repetían: “Santa María la Real, con fe te pido que sea bueno y leal”. Y luego a la inversa: “Que sea bueno y leal, con fe te pido Santa María la Real”.
Campanario de San Pedro

 En San Pedro, parroquia del ponente, había una mujer campanera que unía sus cuatro extremidades con las cuerdas de los badajos. Ataba otra más al cuerpo y colocada en una silla, se sentaba y levantaba con ritmo, para sonorizar su frase particular: “San Pedro, San Pedro, guarda a este pueblo hasta la puerta del cielo”. También decía esta otra: “Virgen de Ujué, mira este pueblo y guarda la fe”.


            “Las campanas de Olite, afortunadamente, nunca se han refundido”, explicó Eraso, a la vez que recordó algunas piezas señaladas, como la de Santa María del siglo XVI que en latín gótico lleva la inscripción “Resuene la voz del señor Jesucristo” o la Santiaguera de San Pedro en la que pone “Santa María orate pro nobis” y está adornada con medallones de la Virgen de Ujué y del patrón de la iglesia. El campanillo de las monjas Clarisas, de estilo francés, y el de San Francisco, dedicado a San Pascual patrón de los legos, completaron el interesante recorrido campanero que hizo Eraso.



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