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Plano de situación de Yárnoz |
La restauración a principios de los años cuarenta de la
Torre de los Cuatro Vientos del Palacio Real de Olite conllevó desmontar un
muro en el que, por sorpresa, se encontró un pergamino con cinco monedas de
plata y cobre de los siglos XV y XVI, de Catalina de Foix-Juan de Labrit, los Reyes
Católicos y Felipe II, hallazgo que sirvió para elucubrar sobre la antigüedad
de la arcada de contrafuertes, al parecer, posterior al cubo de los tres
balcones y la Atalaya.
El arquitecto
José Mª Yárnoz Orcoyen dio cuenta del descubrimiento en “Palacio Real de Olite.
Restauración de la Torre de los Cuatro Vientos” (Revista Príncipe de Viana,
1941) cuando escribió que al retirar el muro, situado en el lado Este y justo
debajo de los ventanales de la torre, “aparecieron cuidadosamente envueltas en
pergamino cinco monedas...”
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Anverso y reverso, moneda de Catalina I y Juan III |
Dos, las
más antiguas y de plata muy desgastada, “con el escudo de Navarra y la cruz de
Malta en el reverso, de la época de los últimos monarcas navarros, doña
Catalina y don Juan de Labrit...”. Otras tantas más, del mismo material y de
cobre, correspondientes a los Reyes Católicos. Finalmente, la más moderna, de
1590 y posterior a la conquista del reino, acuñada por Felipe II de Castilla,
también de plata.
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En rojo el lugar del hallazgo |
A juicio
del autor, el hallazgo fue depositado “en el momento de construir este muro” y,
por tanto, lanza la hipótesis de que los contrafuertes y arcadas “fueron hechas
muy posteriormente a la época de Carlos el Noble...”. Mantiene, también, que la
torre de los Cuatro Vientos y su vecina la Atalaya se edificaron “absolutamente
aisladas desde su arranque”.
Este
aislamiento primitivo se afianza, en el caso de los Cuatro Vientos, en las
huellas dejadas por las repisas y el vuelo escaso de unos balcones que a penas
tienen tres metros de altura en el lado que da al terrado o jardín elevado.
“A nuestro
juicio – escribe José Mª Yárnoz Orcoyen- vista la atrevida y defectuosa
construcción de las primitivas edificaciones, unido a la violenta acción del
viento ... no es aventurado supone que se iniciara algún síntoma de ruina que
trataron de contener y lo lograron entonces con estos elementos de apoyo y
contrapeso..."
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Colección monedas descubiertas (Revista Príncipe de Viana, 1941) |
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