Si en algo fueron visionarios fue en
retratar la situación social desgarradora de los años ochenta que hoy, en plena
crisis económica, prácticamente se repite. Las letras de sus canciones eran
reveladoras de una desestructuración
que generó altos niveles de desempleo y pérdida de poder adquisitivo de la
población. El irónico tema “Burra, burra, caga dinero...” de los olitenses fue
paradigma de sus canciones ácratas. Como el resto de sus colegas del rock radikal, los de La Flema se
caracterizaron por ser siempre “anti” (sistema, policía, nuclear, consumo,
represión, militar, machista...).
Isaak Rodero recuerda hoy que eran
“tiempos inocentes”, en los que “nos metían esta democracia con vaselina y
calzador. No nos enterábamos. Y entonces gritamos ¡¡¡mentira!!!. Esto que nos
quieren vender es mentira”, señala Rodero.
El batería del grupo recuerda que el
primer concierto “oficial” fue en 1989 en el frontón del pueblo. Allí, a pie
llano, sin escenarios ni grandes medios, se las vieron los dos hermanos Rodero
(“El Grajo” a la guitarra e Isaak con los palos) acompañados por los también txarrines Josu Train, al bajo, y Jorge
Etxeberria, “Molinete”, como cantante.
Lo de la voz siempre fue un problema
que intentaron solventar a base de parches, ensayos en la bajera de “Txiguipugui”
y nuevas incorporaciones. Un año más tarde La Flema se refuerza con dos nuevos
vocalistas, también de Olite. Félix Algarra, “Picasso”, y Mª José Martínez, como
voz femenina. Se suben al carro y aguantan en el grupo varios años.
En
1992, Santi Rodero se hace a un lado y aparecen en escena Kasimiro Jiménez, “El
Lince”, y Adolfo Doiz, “El Fresco”, que con su guitarra aporta un sentido más
formal. Sin embargo, seguía el problema del cantante, que en este periodo
suplió el veterano José Mª Marín, alias “Faraón”. También se incorporó Juampa
al bajo.
Los de la Flema tocaron en mil
tugurios y de ellos guardaron dos mil recuerdos. “Por el camino han quedado
cientos de anécdotas, de conciertos y de buena gente”, añade Isaak Rodero.
Hasta el año 1997 en que el grupo funcionó con cierta continuidad, fueron muchas
las gentes que arrimaron el hombro. José Ignacio Múgica, “Txipi”, y su bar
fueron “mecenas”. Gorka Ruiz, “Kantarín”, hizo de diseñador gráfico y crítico;
Rosi Lizarbe, de dibujante; “Satán” de transportista, Gregorio “Trolls”, de
técnico ...
Rodero también tiene palabras para varios guitarristas que en algún momento se asomaron al grupo, como el tafallés Gorka, Gerónimo de Tiebas, David Tres o Vicente Trincado ... “y mucha más fauna; muchos, muchos, de Olite y alrededores”, precisa uno de los fundadores que añade que el año 2000 se volvieron a juntar para hacer un concierto único en el frontón de Olite, en el mismo lugar donde habían nacido más de una década antes. Isaak Rodero se despide con “un recuerdo para todos ellos y los que se quedaron en el camino. Gracias”. La Flema grabó dos maquetas y un CD de larga duración. Algunos de sus protagonistas y sus conciertos viven hoy en You Tube.
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