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| El pregonero Ignacio Aranguren, a la dcha, junto a un halconero |
Un gran gentío atestó plazas y rúas y llenó de vehículos
todos los aparcamientos el sábado, jornada de inauguración de las XXIII Fiestas
Medievales de Olite/Erriberri, que desde las almenas del Palacio Real abrió el
premio Príncipe de Viana de Cultura 2016, Ignacio Aranguren, ataviado de abad
del Monasterio de la Oliva para leer a los cuatro vientos un discurso dedicado
a quienes acuden al mercado y a los esponsales entre Carlos de Trastámara
Evreux y Agnes de Cleves, que se teatralizaron en la Plaza.
El Mercado
Medieval comenzó con fuerza en su primera jornada y desde media mañana los
visitantes llenaron el recorrido por donde se dispersan 70 puestos artesanos.
En la Plaza Carlos III no cabía un alfiler para contemplar las luchas entre
caballeros o las artes en las que se emplearon la Compañía de Arqueros de
Olite. Los bailes de las niñas de la Asociación de Amigos de la Danza y el
grupo de tambores animaron las bodas que, por vez primera y con guión de Mikel
Zuza, se representaron oficialmente. La compañía del “Mago de Pueyo” animó con
sus juegos, bailes y gaitas. Pocas veces se recuerda un inicio tan potente de
los Medievales.
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