Con abrigo claro, Julia Álvarez y su marido, Amancio Muñoz |
Y en la otra cara de la moneda y vecina del mismo pueblo
estaba Julia Álvarez, que posiblemente fue la política navarra más relevante
del siglo XX. Además de primera diputada nacida en Navarra, Julia alcanzó altos
cargos de responsabilidad durante una República amenazada de muerte (primera
gobernadora civil, magistrada del Tribunal Supremo, responsable del servicio de
evacuación de refugiados ...), también maestra de pueblo moderna y abierta, abogada
de jornaleros sin tierra, comprometida con la igualdad de la mujer hasta que
murió a los 45 años exiliada en México, purgada en su propio partido socialista
por auspiciar el acercamiento en el exilio con los comunistas de otro gran navarro
arrinconado, el pamplonés Jesús Monzón Repáraz.
Para recordar a todos los represaliados, para que se
conozca la verdad, se den pasos hacia la justicia y reparación de su buen
nombre, del de la “puta del Congreso” también, un grupo de personas se va a
reunir este sábado en Villafranca, entre ellas una especial: María Egea Muñoz,
sobrina carnal de Julia Álvarez, que desde París llega para rendir cuentas con
la memoria y la historia que no nos han querido contar y que nuestros hijos todavía
no estudian en los libros de texto.
La realidad del golpe de estado contra la republica,. cuando se acerca la mirada a un pueblo concreto, presente todavía con más brutalidad e injusticia.
ResponderEliminarEl alzamiento basado en la rapiña y cubierto de sangre lo convierte en un mega crimen atado y bien atado; de tal magnitud que se agranda con el tiempo y que sus responsables lejos de poder vanagloriarse, sólo son capaces de ocultar.