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| Las figuras decoraban las columnas de la Portada |
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| Detalle del los restos saturados |
Ha vuelto a
ser Carlos J. Martínez Álava, anterior director de Patrimonio Histórico del
Gobierno de Navarra, quien ha puesto el foco en esta nueva aportación artística
de la ya de por sí rica fachada, según revela en el libro “La portada de Santa
María de Olite, de la vid a la piedra” que recoge varios trabajos que
precisamente él coordina.
El investigador recuerda la anécdota del
viajero Madrazo que para escribir su enciclopedia estuvo en Olite sobre 1865 y
que contó que la primera vez que vio la portada una persona de la parroquia
trataba de borrar con estropajo y agua “una bellísima pintura sobre fondo rojizo
oscuro” que estaba en uno de los fustes que al mojarlos “descubrían elegantes
grecas y garbosos vástagos de ramaje verde y graciosas florecillas” combinados
como los de la Santa Capilla de París.
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| Los libros también recogían estos detalles |
- Martínez Álava ha saturado ahora digitalmente fotos con colores de la fachada y ha percibido la “huella muy perdida” de lo que pudo ver Madrazo hace 155 años sobre la superficie cilíndrica y vertical, “la única que en Navarra se ha conservado en el exterior de un edificio”.
Al “revivir”
con filtros la policromía, el autor ha contado hasta ocho imágenes en cada
fuste que combinan torsos masculinos y femeninos y, en las manos, sostienen objetos:
una trompeta, una espada, una lanza o estandarte, una arco, una vara ... En la
parte inferior de la figura, la animal, la cola se estiliza para cubrir tres
cuartos del cilindro.
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| Rostro muy deteriorado |
En la
pintura que mejor se conserva a duras penas se puede determinar el torso de una
mujer de perfil con un instrumento de viento, “quizá un alboque o chirimía”. La
siguiente reproducción es masculina y porta una especie de capucha roja con un
pájaro en el centro. En el brazo derecho apoya una espada con un gran pomo
esférico, que se observa bien. Estas figuras, mitad humanas y mitad animales
con largas extremidades, también eran frecuentes en la ilustración de manuscritos
medievales.
El
investigador distingue en la fachada restos de tres rostros, una mujer y dos
hombres, que asocia con el taller del pintor Juan Oliver que sobre 1332
policromó esculturas en el claustro de la catedral de Pamplona.
El libro “La
portada de Santa María de Olite, de la vid a la piedra” salió la venta (15
euros) en navidades dentro de la Serie Arte que publica la dirección general de
Cultura/Príncipe de Viana y también ha revelado novedosos datos como las inscripciones
descubiertas que atribuyen la obra al concejo olitense (ayuntamiento) y el
cabildo, no a la Corona como se creía, o el estudio de las excavaciones que descubren
lo que pudo ser la “zona
cero” desde la que se expandió el municipio.
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